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Volver al origen:

Volver al origen: la expansión del ser desde la naturaleza


En un mundo hiperconectado, donde el ruido digital nos invade y la prisa es la norma, distintas corrientes filosóficas y científicas coinciden en un mensaje profundo: la verdadera realización del ser humano surge al reconectarnos con lo esencial —la naturaleza, el cuerpo y el presente. Esta no es solo una intuición espiritual, sino una afirmación respaldada por la ciencia, la psicología evolutiva y las filosofías más antiguas del mundo.


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Sabiduría ancestral: un mismo mensaje desde distintos puntos del planeta


-. El taoísmo, desde la antigua China, enseña el Wu Wei, el arte de fluir con la naturaleza. Lao-Tsé escribía: “El hombre sigue a la tierra, la tierra sigue al cielo, el cielo sigue al Tao, y el Tao sigue su propia naturaleza.”


-.El estoicismo romano, representado por Marco Aurelio y Séneca, promueve la aceptación de la naturaleza tal como es, reconociendo que somos parte de un todo mayor.


-. La cosmovisión andina, presente en pueblos originarios de América del Sur, sostiene que la Pachamama (Madre Tierra) no es un recurso, sino un ser vivo con el que se convive en reciprocidad. La armonía se logra cuando se vive en ayni (intercambio justo con la Tierra).


-.El budismo, por su parte, centra la expansión del ser en la observación directa de la experiencia, mediante la meditación y el desapego, invitando a un retorno al momento presente, en unión con todo lo que vive.


Entre otras tantas filosofías y culturas,



La ciencia también lo confirma

Diversos estudios contemporáneos respaldan estas intuiciones milenarias:


La teoría de la biofilia, propuesta por Edward O. Wilson, biólogo de Harvard, sugiere que los humanos tenemos una afinidad innata con el mundo natural. Estudios neurocientíficos muestran que estar en contacto con la naturaleza reduce el cortisol (hormona del estrés), mejora el estado de ánimo y fortalece la atención.


Un meta-análisis publicado en Frontiers in Psychology (2020) concluyó que incluso breves paseos en entornos naturales aumentan significativamente los niveles de vitalidad, disminuyen la ansiedad y promueven sentimientos de conexión con algo más grande que uno mismo.


La psicología evolutiva explica que el cuerpo humano se desarrolló para caminar, observar el entorno natural, escuchar sonidos del bosque. El diseño moderno del trabajo y la ciudad choca con estos patrones, generando sufrimiento psicológico y físico.



El punto común: la expansión del ser ocurre en conexión con lo esencial

Si recopilamos todas estas fuentes —desde el Tao hasta Harvard— descubrimos que el camino hacia la vida deseada no está afuera, en el consumo o el control, sino dentro y alrededor, en la reconexión con lo que somos:


Seres vivos, sintientes, parte de un tejido mayor llamado Tierra.


Cuando cultivamos esa conexión —a través del silencio, la contemplación, el contacto con lo vivo, la comida real, el descanso natural— algo profundo despierta. No se trata solo de salud, sino de significado. El alma respira cuando dejamos que la naturaleza nos habite.


La invitación

No hay un solo camino. Pero todos los caminos verdaderos vuelven al cuerpo, al aire libre, al presente, a la simplicidad. Y en esa expansión de conciencia, el ser florece, y la vida deseada se vuelve inevitable.


SELLO DEL CAMINO





 
 
 

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