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Ikigai: El arte japonés de vivir con propósito y plenitu

Ikigai: El arte japonés de vivir con propósito y plenitud


En un mundo acelerado, donde la rutina muchas veces ahoga la motivación, la filosofía japonesa Ikigai ha ganado relevancia como una brújula para encontrar sentido y felicidad en la vida. Su origen se remonta a Okinawa, una isla japonesa famosa por la longevidad de sus habitantes, donde vivir con propósito se considera tan importante como alimentarse bien o mantenerse activo.



¿Qué es el Ikigai?


La palabra Ikigai proviene de dos términos japoneses:


Iki (生き): vida


Gai (甲斐): valor, mérito o propósito



Podríamos traducirlo como “razón de ser” o “motivo por el cual levantarse cada mañana”.

Más allá de una simple motivación, el Ikigai representa la intersección entre lo que amas, lo que se te da bien, lo que el mundo necesita y por lo que te pueden pagar.


Este concepto ha sido respaldado por investigaciones en psicología positiva y neurociencia. Estudios publicados en Psychology and Aging y Journal of Behavioral Medicine han mostrado que tener un propósito claro en la vida se asocia con menor riesgo de depresión, mayor longevidad y mejor salud cardiovascular.



Los cuatro pilares del Ikigai


Para encontrar tu Ikigai, imagina cuatro círculos que se intersectan:


1. Lo que amas (Pasión) – Aquello que te hace perder la noción del tiempo.



2. En lo que eres bueno (Vocación) – Tus habilidades y talentos.



3. Lo que el mundo necesita (Misión) – Problemas que puedes ayudar a resolver.



4. Por lo que te pueden pagar (Profesión) – Cómo tu aporte puede convertirse en sustento.



En el punto donde estos cuatro aspectos se cruzan, se encuentra tu Ikigai.



Cómo aplicar el Ikigai en tu vida


1. Haz un ejercicio de autoexploración

Dedica tiempo a escribir en cuatro columnas lo que amas, en lo que eres bueno, lo que el mundo necesita y por lo que podrías recibir ingresos. No te censures; deja fluir las ideas.


2. Busca las intersecciones

Identifica las conexiones entre columnas. Por ejemplo, si amas enseñar, eres bueno comunicando, hay demanda de formación en habilidades digitales y puedes cobrar por ello, ahí hay un posible Ikigai.


3. Experimenta y ajusta

El Ikigai no siempre se encuentra en un instante; a veces se construye con pequeños pasos y experiencias.


4. Integra el propósito en tu rutina diaria

Incluso si tu Ikigai no es aún tu trabajo principal, intenta dedicarle tiempo cada semana. Esto mantiene la motivación y da sentido a tu día a día.


5. Practica la constancia y la gratitud

En la filosofía japonesa, el propósito se alimenta con disciplina, respeto por el proceso y agradecimiento por cada avance.



Beneficios de vivir con Ikigai


Mayor bienestar emocional y mental.


Resiliencia frente a los desafíos.


Mayor satisfacción profesional.


Reducción del estrés y mejora de la salud física.


Sensación de plenitud y conexión con uno mismo y con los demás.



Conclusión

El Ikigai no es solo un concepto japonés, es una invitación universal a vivir con sentido. Encontrarlo requiere honestidad, paciencia y autoconocimiento, pero una vez que lo identificas, se convierte en una fuente inagotable de motivación. Como dice un proverbio japonés: “Solo se vive una vez, pero si lo haces bien, una es suficiente.”



 
 
 

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